El mal aliento o halitosis no siempre está asociado con una mala salud bucal o con el consumo de determinadas sustancias como el alcohol o el humo del tabaco, hay ocasiones en las que tiene un origen muy diferente. Las enfermedades sistémicas graves relacionadas con la halitosis, según Apoya tu salud, son aquellas que en su fase de descompensación se asocian a trastornos metabólicos que causan el mal aliento, como son: Diabetes Mellitus, Insuficiencia renal crónica, Enfermedades hepáticas, Enfermedades congénitas del metabolismo. En los casos en los que el mal aliento tiene su origen en enfermedades sistémicas, trastornos metabólicos, o algunos medicamentos y/o alimentos, los compuestos del mal olor se producen en diversos órganos y circulan hasta los pulmones a través de la sangre. Allí pasan a un estado gaseoso y, finalmente, se convierten en la desagradable halitosis.